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Palacio de los Ezpeleta (1457-1895)

El Palacio

Los primeros escritos en los que se cita al palacio datan de 1457 cuando el rey Juan II se lo concede a mosén Bernart de Ezpeleta. Desde entonces comienza a ser nombrado como palacio de los Ezpeleza.

Perteneciente a los Condes de Ezpeleta, consta como Cabo de Armería en la nómina oficial del Reino.  Lo regentan, en orden: Bernart de Ezpeleta, León de Ezpeleta, Miguel de Ezpeleta, Ignacio Antoio de Ezpeleta, León de Ezpeleta y Goñi, Agustín de Ezpeleta, Joaquín de Ezpeleta y finalmente José de Ezpeleta, nombrado Conde por Carlos IV, y cuyos restos descansan en la capilla de la Iglesia de San Millán (Beire).

Época eclesiástica (1895 -1980)

Uso religioso

Tras las diferentes generaciones de Ezpeletas, la familia decide donarlo a una congregación religiosa en 1895. Desde entonces pasa a manos de Los padres blancos (​Sociedad misionera de los Padres Blancos), que realizan algunos de los cambios más importantes en la finca. Se añaden a la nave central del edificio las dos alas características del mismo y el patio interior se convierte en la actual capilla. Además, según las escrituras encontradas repoblan numerosos árboles en la finca, que siguen todavía en pie.

Con solo 15 años con el edificio en su poder, los Padres Blancos ceden el Palacio a los Padres Claretianos en 1910. Estos comienzan a utilizarlo como Seminario, albergando en su seno hasta 200 seminaristas. Comienzan a hacer diferentes campamentos y colonias con temática religiosa y dan a conocer la finca como lugar de oración.

Beitu (1980-Actualidad)

En 1980 la finca se vende a particulares (Hermanos Arrieta) cuya motivación es la explotación agraria de las tierras.

La familia Arrieta, con varias generaciones dedicadas a la horticultura, se interesa por ella para seguir llevando a cabo esta actividad. Toda la Finca se dedica a la producción de hortalizas, que da paso a lo largo de los años al cultivo de la viña.

Desde el primer momento, la mayor preocupación de los propietarios fue el estado del antiguo edificio, que con el paso del tiempo y la falta de uso iba deteriorándose. Después de contactar con distintos organismos, se ponen en contacto con Fundación Gaztelan, que dentro de su filosofía del desarrollo de la Economía Solidaria, impulsa la creación de proyectos para la promoción de empleo y desarrollo de la Comunidad.

Así se pone en marcha el proyecto Albergue de Beire; en un comienzo enfocado a actividades con grupos escolares y que con el tiempo se ha convertido en un Proyecto Turístico y Cultural: Beitu Centro de turismo rural. En estos más de 25 años se han llevado a cabo importantes obras de mejora y restauración del Edificio y se han puesto en marcha distintos Programas de Educación Medioambiental, Culturales, Artesanía y Ocio que persiguen dar a conocer y poner en valor las características y peculiaridades de la Zona Media de Navarra.

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